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EL TEMA DE HOY
A lo largo de la historia de este mundo, cada vez que Dios, nuestro Eterno Padre Celestial, ha encontrado que cualquier grupo especial de los descendientes de Adán y Eva, nuestros primeros padres aquí en la tierra, ha descendido a niveles totalmente inaceptables de depravación e iniquidad, ¡El ha forjado una destrucción total entre ellos!
En los días de Noé, parece que el Señor Dios, determinó que "el grupo particular, cuyo comportamiento había caído a niveles totalmente inaceptables de depravación e iniquidad, incluía a toda la humanidad, excepto a Noé y su familia". Noé había advertido a todos los que le fue posible. Pero no hicieron caso de sus palabras.
Por lo tanto, hasta un cierto lapso de tiempo, durante la larga vida de Noé, el Señor Dios provocó una gran inundación, totalmente justificada, que destruyó a todas las criaturas vivientes, inclusive a toda la humanidad, salvo a Noé y a su familia, y a aquellos animales que pudieron transportar con ellos en su enorme arca.
Pintura: Clark Kelly PriceEl Señor Cumple Todas Sus Palabras. Aprecio profundamente su lectura y espero deseoso que usted pueda encontrar beneficioso esto que se le presenta en este blog.
Para los aproximadamente catorce millones de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, este año 2010, en muchas naciones, en todo el mundo, utilizando diferentes idiomas y dialectos, el curso de estudio de nuestras Escuelas Dominicales está centrado en el Antiguo Testamento.En mi entrada publicada anteriormente, he señalado, que hay un programa curricular rotativo, que se desarrolla en la Escuela Dominical de los SUD. Luego del estudio anual del Antiguo Testamento, el próximo año se estudiará el Nuevo Testamento. Al año siguiente, se estudia el Libro de Mormón, y durante el cuarto año, se estudia la Historia de la Iglesia y el Libro de Doctrina y Convenios de nuestra Iglesia. Luego, ¡el esquema rotativo se reinicia!
Este programa curricular rotativo ha sido desarrollado por esta Iglesia durante la mayoría de mis años adultos. Espero que esto continúe siendo así durante el resto de mi vida. Se me está bendiciendo con una esmerada educación basada en el Evangelio, ¡lo cual valoro grandemente!
Esas Escrituras que se estudian, contienen las palabras de Dios a través de Sus profetas aquí en la tierra. Ellas constituyen medios claves para un mejoramiento de la vida personal de los miembros y gradualmente, pueden ayudarlos a encontrar la salvación eterna.
Recientemente, después de haber estudiado los acontecimientos importantes de la antigüedad, producidos a lo largo de la historia de este mundo, incluido el Gran Diluvio, en los días de Noé, según consta en el Antiguo Testamento, también hemos estudiado en nuestras clases de la Escuela Dominical, el relato, que consta en ese gran libro de las Escrituras, acerca de la destrucción de Sodoma y Gomorra, que tuvo lugar en la época del Profeta Abraham, durante su permanencia en la tierra.
Esto se puede leer en Génesis 19 y también, en varios pasajes del Nuevo Testamento. Ver 2 Pedro Buscando en Internet, encontré una pintura realizada por John Martin, en la que está representada la salida de Lot y su familia de Sodoma y Gomorra, escapando así de la destrucción, que tuvo lugar allí alrededor del año 1323 a.C., según las estimaciones efectuadas por algunos historiadores.
2: 6 y si condenó a la destrucción las ciudades de a Sodoma y de Gomorra,
reduciéndolas a ceniza, y poniéndolas de ejemplo a los que habrían de vivir
impíamente,
7 y si libró al justo Lot, abrumado por la conducta licenciosa de los malvados.
Aquí también se observa un dibujo, en blanco y negro, realizado por otro artista, en el que se aprecia a Lot y su familia huyendo de Sodoma.
Abajo se lee la siguiente leyenda: Lot huye de Sodoma.
La mayoría de todas las autoridades del Antiguo Testamento, afirman categóricamente, que los habitantes de esas dos ciudades fueron destruidos, ¡porque sus vidas estaban manchadas de perversiones sexuales!
En nuestra actual Guía de Estudio del Antiguo Testamento de la Escuela Dominical, está escrito lo siguiente acerca de Lot y su relación con la ciudad de Sodoma. A continuación se nos formula una intrigante pregunta.
Al principio Lot "vivió en las ciudades de la llanura"', en las afueras de Sodoma, pero puso su tienda hacia Sodoma", (Génesis 13:12). Más tarde vivió en la misma ciudad de Sodoma. ¿Qué cosas podríamos hacer, que sean igualmente espirituales, al poner nuestras tiendas hacia Sodoma? (Énfasis agregado).Quizás muchos de ustedes, estimados lectores, se sientan mas cómodos haciendo una afirmación similar a esta que hare ahora, aun antes de tratar de responder esa muy buena pregunta, resaltada en azul, arriba mencionada:" Los elementos de Sodoma se han desarrollado realmente a mi alrededor, ¡sin haberme dado plena cuenta de ello!"
Me resulta difícil aun, verme a mí mismo poner mi tienda hacia Sodoma. Sodoma está justo aquí, ahora y en todas partes alrededor nuestro, a pesar que no la vemos. Podemos culpar de esta realidad ¡a la omnipresente presencia del Internet! Esta verdad puede ser probada con solo leer un artículo, que recientemente he descubierto en un diario local.
Compré un ejemplar del periódico local, que se distribuye en toda la mayor área de la ciudad de Salt Lake, en Utah, (E.U.A.), al que no estoy suscripto. Rápidamente encontré esto:
"Peg MCEntee (del Tribune de la ciudad de Salt Lake), pasó un mes entrevistando y desplazándose con investigadores de la Fuerza de Tarea contra los Delitos a Menores por Internet de Utah, mientras rastreaban y confrontaban a presuntos productores y consumidores de pornografía infantil. En su columna dominical, la periodista informa acerca del problema y también sobre los esfuerzos de los agentes del orden, para acabar con dicho delito."
Aquí les presento algunos ejemplos, de los cuales fui testigo el mes pasado: Durante un operativo, el agente del caso Dave Artis y otros tres agentes, con una orden de allanamiento, iban a efectuar un registro en un departamento de la calle principal (Main Street).
Al principio, las cosas no van bien. El ocupante no abría la puerta, por lo tanto, Artis patea la puerta para ingresar. Otro agente graba con su video cámara todo el operativo. Tan pronto como regresan los agentes a sus oficinas, miro la grabación. En el interior, se encuentran con una completa suciedad. Treinta o más latas vacías de comida para gatos en el piso de la cocina y bolsas de comida rápida por todas partes. Moho alrededor del retrete. Una cama desecha; al pie de la misma un monitor de computadora y tres discos duros conteniendo pornografía infantil. Una evidencia muy singular, que a menudo se halla en estos lugares, son las muchas botellas de orina, que los hombres utilizan para no tener que quitar sus ojos de la pantalla. "Me gustaría que pudieses grabar el olor" en el video, expresa uno de los agentes. "Esta gente es tan adicta a la pornografía infantil, que cada minuto que pasan despiertos lo emplean en ello", afirma MCQuiston, por entonces comandante de la unidad ICAC (Delitos por Internet contra Menores). "La casa está para tirar a la basura, nada sirve". (Énfasis agregado)."Gracias Por Escucharme"
"La pizarra, que se observa en la foto arriba, exhibe un mensaje sincero de una menor entrevistada en el Centro de Justicia de Menores (en el área de la Ciudad de Salt Lake, Utah, E.U.A.), concerniente a su experiencia personal vivida en un caso de abuso sexual infantil. Los padres nos dicen que sus hijos se sienten mucho mejor, luego de su visita al programa. (Esta foto y el párrafo aclaratorio, se obtuvo de la Sección de la página de Internet del Procurador General de Utah)
No puedo decir personalmente y aun suponer, que los desastres que están ocurriendo aquí, en este mundo y ahora, son consecuencia de la voluntad de Dios, para castigar a las personas afectadas. Cuando la gente está sufriendo los efectos de tal destrucción, como en el caso del terremoto de escala 7.0, que asoló recientemente a Haití, sobre lo cual he estado informando, en entradas publicadas anteriormente, proporcionando los detalles acerca de la ayuda brindada a los haitianos, a través de personas de muchos y diferentes lugares, incluidos miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Utah (E.U.A.); nuestra responsabilidad no es juzgar el porqué tal destrucción ocurrió, sino es hacer todo lo que está al alcance de nuestro poder y medios, ¡para asistir a aquellos que están sufriendo!
En el Capítulo 9 de III Nefi (en el Libro de Mormón), están registradas las palabras de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo Resucitado, que deja muy en claro la causa de la destrucción, que le sucedió a la nación nefita en el 34 d.C., en la que ahora conocemos como América Central: III Nefi 9:1-12
Luego de que hayan hecho clic sobre el enlace, que figura abajo, y cuando la Escritura aparezca en la pantalla de sus computadoras, por favor, desplacen hacia arriba y hagan clic sobre la palabra, Escuchar, que ustedes verán en la parte superior, del lado izquierdo de sus pantallas. El Capítulo 9 de III Nefi.
Después de que hayan escuchado y leído ese enlace de las Escrituras, no es necesario agregar ningún comentario acerca de lo que el Señor, Jesucristo Resucitado, le manifestó a los nefitas sobre porqué, los de su nación, que fueron destruidos, fueron destruidos, y el resto de ellos, los más justos, ¡fueron salvados!
Después de que hayan escuchado y leído ese enlace de las Escrituras, no es necesario agregar ningún comentario acerca de lo que el Señor, Jesucristo Resucitado, le manifestó a los nefitas sobre porqué, los de su nación, que fueron destruidos, fueron destruidos, y el resto de ellos, los más justos, ¡fueron salvados!
Lo que se ha descrito en ese enlace de las Escrituras, es un perfecto ejemplo del tema de esta particular entrada.
La presencia de la humanidad sobre la tierra no fue provocada por la evolución, ¡fue dispuesta por nuestro Padre Celestial para sus propósitos eternos!Nuestro Padre Celestial y su Hijo, Jesucristo, ¡son uno en todas las cosas!. Sólo cuando escogemos ponernos en sus manos y hacer lo que nos han mandado a hacer, podemos estar perfectamente seguros y confiados en que nuestra vida habrá sido digna de ser vivida, cuando nuestro tiempo de dejar esta vida llegue. También podemos estar seguros de que seremos merecedores de una gloriosa resurrección, que nos permitirá vivir con nuestros seres queridos y justos, y con nuestro Dios eternamente!. (Ver Dy C 76).
A medida que continuamos con esta entrada, quiero darles la seguridad, de una manera muy positiva, del potencial de felicidad que la vida nos puede brindar. Puedo ayudarlos con esto, porque cada uno de nosotros, ustedes y yo, hemos sido bendecidos con la gran bendición, de tener acceso al Libro de Mormón, otro Testamento de Jesucristo, junto con las otras Escrituras, sagradas y maravillosas, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, y también con otras Escrituras adicionales de los últimos días, reveladas por Sus profetas, en nuestros días y de nuestra época en la historia del mundo, junto con las palabras inspiradas de los profetas vivientes ¡del tiempo presente!
Pintura: Del Parson
Cristo con los niños y el Libro de Mormón.
Después de la preparación eficaz por el Señor Jesucristo y de la guía del liderazgo efectivo seguido por los Doce Apóstoles, a los que Él había ordenado para conducir a Su pueblo, cada uno de sus Nueve Apóstoles nefitas, luego de haberle servido a Él, bien y fielmente, cuando llegaron a los setenta y dos anos de edad, tal como Jesús les había prometido, sus espíritus pasaron al otro lado del "velo". Cada uno fue reemplazado por otro hombre justo para ocupar su lugar, a medida que continuaban desarrollando una sociedad casi perfecta, donde había mucha felicidad y paz.
3 Nefi 17: 20 Y se levantaron del suelo, y les dijo: Benditos sois a causa de vuestra fe. Y ahora he aquí, es completo mi gozo.
21 Y cuando hubo dicho estas palabras, lloró, y la multitud dio testimonio de ello; y tomó a sus niños pequeños, uno por uno, y los bendijo, y rogó al Padre por ellos.
22 Y cuando hubo hecho esto, lloró de nuevo;
23 y habló a la multitud, y les dijo: Mirad a vuestros pequeñitos.
24 Y he aquí, al levantar la vista para ver, dirigieron la mirada al cielo, y vieron abrirse los cielos, y vieron ángeles que descendían del cielo cual si fuera en medio de fuego; y bajaron y cercaron a aquellos pequeñitos, y fueron rodeados de fuego; y los ángeles les ministraron.
25 Y la multitud vio y oyó y dio testimonio; y saben que su testimonio es verdadero, porque todos ellos vieron y oyeron, cada cual por sí mismo; y llegaba su número a unas dos mil quinientas almas; y se componía de hombres, mujeres y niños.
Tres de los doce Apóstoles habían pedido que se les permitiera seguir viviendo y sirviendo al pueblo del Señor, hasta la Segunda Venida de su (de nuestro) Señor y Salvador, Jesucristo. Él produjo un cambio que tuvo lugar en cada uno de ellos, de modo que no sufrirían ni la muerte ni el dolor, ¡excepto el dolor que iban a sentir el ver a las personas vivir en la maldad!
Esta sociedad perfecta duró alrededor de trescientos años. Pero entonces, los nefitas comenzaron a vivir cada vez menos, como el Salvador les había ensenado. Sin embargo, el Señor les había prometido, que a través del Libro de Mormón, que aparecería en nuestros días, a sus descendientes, los Lamanitas, se les ensenaría una vez más el Evangelio de Jesucristo, y muchos de ellos regresarían a Su redil.
Sólo una idea de último momento: Me doy cuenta de que la joven, que escribió esas palabras en la pizarra (ver imagen más arriba), había sido ayudada por unos sensibles "ángeles humanos", en este caso, los investigadores del Centro de Justicia de Menores, de la ciudad de Salt Lake, en el área de Utah, que la atendieron con amabilidad y profesionalidad, y que ella debe haber experimentado, en cierta medida, los mismos sentimientos vividos por los niños nefitas ante la presencia de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo Resucitado, y de los ángeles celestiales, ¡tal como se ve en la pintura, que figura arriba de las Escrituras!
Ahora estimados lectores de esta entrada, me limitaré a mencionar brevemente, que la justicia de la nación nefita-lamanita, descrita en la Escritura anteriormente mencionada, durante sus trescientos años de vida recta, es algo que todos haríamos bien en imitar en nuestras vidas. De este modo, evitaremos la destrucción, que puede sobrevenir a causa de la injusticia, y seremos bendecidos con la vida eterna junto a Jesucristo y a nuestros seres queridos y a todos los que ya han dejado esta existencia mortal.
El Señor, Jesucristo, a través de su antiguo profeta americano Moroni, da una severa advertencia a los que ahora vivimos, en la que fue la tierra prometida de Moroni y su pueblo, la cual conocemos, como las Américas. Teniendo en cuenta lo que hemos visto en esta entrada, acerca de los grandes ejemplos de destrucción conocidos, que han sufrido los pueblos de este mundo, comenzando por el tiempo de Noé, y a lo largo de la historia, deberíamos prestar mucha atención de seguir el alegato firme y seguro de Moroni:
Eter 2: 8. Y (Jesu Cristo) había jurado en su ira al hermano de Jared que quienes poseyeran esta tierra de promisión, desde entonces y para siempre, deberían servirlo a él, el verdadero y único Dios, o serían exterminados cuando cayera sobre ellos la plenitud de su ira.
9 Y así podemos ver los decretos de Dios concernientes a esta tierra: Que es una tierra de promisión; y cualquier nación que la posea servirá a Dios, o será exterminada cuando la plenitud de su ira caiga sobre ella. Y la plenitud de su ira descenderá sobre ella cuando haya madurado en la iniquidad.
10 Porque he aquí, ésta es una tierra escogida sobre todas las demás; por tanto, aquel que la posea servirá a Dios o será exterminado, porque es el eterno decreto de Dios. Y no es sino hasta cuando llega al colmo la iniquidad entre los hijos de la tierra, que son exterminados.
11 Y esto viene a vosotros, oh gentiles, para que conozcáis los decretos de Dios, para que os arrepintáis y no continuéis en vuestras iniquidades hasta llegar al colmo, para que no hagáis venir sobre vosotros la plenitud de la ira de Dios, como lo han hecho hasta ahora los habitantes de la tierra.
12 He aquí, ésta es una tierra escogida, y cualquier nación que la posea se verá libre de la esclavitud, y del cautiverio, y de todas las otras naciones debajo del cielo, si tan sólo sirve al Dios de la tierra, que es Jesucristo, el cual ha sido manifestado por las cosas que hemos escrito. (enfasís y clarificación agregados)
Abajo se lee la siguiente leyenda: La Segunda Venida. Mientras que aquellos que han resucitado en la Segunda Venida de Nuestro Señor y Redentor, Jesucristo, según el Profeta Malaquías, 4: 1-3, y Jesucristo Resucitado, 3 Nefi 25: 1-3, luego de que la tierra arda, lo cual tendrá lugar justo antes de que el Salvador y el Señor de los Ejércitos desciendan, en realidad habrán sido hollados en las cenizas de los inicuos:
En todos los siglos anteriores y en el día de la Segunda Venida del Señor, los muertos injustos no habrían sido resucitados. Sin embargo, a través de la gran Expiación del Señor y de su amor por toda la humanidad, todos serán resucitados a su debido tiempo. Después de que les haya sido permitido sufrir por sus propios pecados, en los casos en que sea posible, ellos también serán resucitados, pero no hasta el grado más alto de la gloria, sino en un grado menor de la misma. (D y C 76)
III Nefi 25:1 Porque he aquí, viene el día que arderá como un horno; y todos los soberbios, sí, y todos los que obran inicuamente serán rastrojo; y aquel día que viene los abrasará, dice el Señor de los Ejércitos, de modo que no les dejará ni raíz ni rama.Una breve aclaración: Los nefitas recibieron las palabras de Malaquías a través de Jesucristo Resucitado. Es por esto, que tenemos acceso a estas mismas palabras en dos relatos de las Escrituras, por separado. Las Escrituras nefitas, las Planchas de Bronce de Labán, no contenían los escritos de Malaquías, porque el tiempo de Malaquías en la tierra sucedió después de que Lehi y su grupo salieran de Jerusalén en su camino hacia su tierra prometida en la antigua América Central.
2 Pero para vosotros que teméis mi nombre, surgirá el Hijo de Justicia, con salvación en sus alas; y saldréis, y os criaréis como terneros en el establo.
3 Y hollaréis a los malvados; porque serán como cenizas bajo las plantas de vuestros pies el día en que yo haga esto, dice el Señor de los Ejércitos. (Enfasis Agregado).
En todos los siglos anteriores y en el día de la Segunda Venida del Señor, los muertos injustos no habrían sido resucitados. Sin embargo, a través de la gran Expiación del Señor y de su amor por toda la humanidad, todos serán resucitados a su debido tiempo. Después de que les haya sido permitido sufrir por sus propios pecados, en los casos en que sea posible, ellos también serán resucitados, pero no hasta el grado más alto de la gloria, sino en un grado menor de la misma. (D y C 76)
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Neil Birch
Traducido por María y Hernán Iturgay