Estos son mis padres, Philip John Birch y Virginia Jensen Birch. Mi primer blog fue acerca de ellos, en particular acerca de la conversión de mi padre a la Iglesia SUD.
Lo siguiente ha sido copiado de esa entrada. Usted puede ir hacia abajo hasta el principio de mis entradas y leer la primera entrada que escribí entonces. Usted tendrá que presionar varias veces el enlace que dice “entradas anteriores” para llegar allí. Lo que usted leerá a continuación es lo que yo considero la parte más importante de lo que está en esa primera entrada. Aquí está un extracto de ella:
"Desde septiembre de 1929, básicamente, Phil Birch (nacido en 1907) no tenía religión y estaba cortejando a Virginia Jensen (nacida en 1904). Los padres de ella y toda su familia se habían convertido a la Iglesia SUD en Dinamarca y luego emigraron a Utah que fue donde sus padres se casaron."
"Virginia nació en la ciudad de Lago Salado en Utah. Después de que su madre murió por dar a luz a un bebé muerto, Virginia se mudó con su padre y sus tres hermanas a Sacramento California donde a su padre le habían dado trabajo como administrador de un almacén de madera."
"Phil estaba trabajando como un despachador de personal del Ferrocarril del Pacífico Sur y Virginia como operadora telefónica de ese Ferrocarril. Allí se conocieron."
"Lo siguiente fue escrito por Phil en su registro personal de historia familiar. “Se hacían compañía, saliendo juntos. Sin embargo, yo (Phil) estaba triste porque su actividad en la Iglesia Mormona significaba mucho para ella."
"Ella me dio un Libro de Mormón y me dijo la historia de las planchas de oro. Yo me reí y le dije que era un cuento de hadas y que yo no creía en él."
"Con lágrimas en sus ojos me preguntó si yo creía en la historia de Moisés y cuando dividió el mar rojo, y yo contesté que “sí”. Yo creo que aprendí esa historia Bíblica en la Iglesia de Ciencia Cristiana. Con lágrimas en sus ojos me dijo entonces, “¿por qué no crees en los milagros modernos?”
”Leí el Libro de Mormón completo, y asistí a la Escuela Dominical y a otras reuniones con Virginia, pero no estaba convertido. También sabía que mi madre sería muy infeliz si yo no trataba de unirme a la Orden Masónica a la edad de 21 años. También sabía que mi madre, mi hermana, y mi padrastro posiblemente no me lo perdonarían."
"Durante ese tiempo Art y mi mama no estaban casados, se hacían compañía. El 23 de septiembre de 1929 se casaron en Reno, y Virginia y Phil fueron unidos en matrimonio por el padre de Virginia, quien era el Presidente de Rama de la Iglesia SUD en Sutter en su casa ubicada en 1821 Q. St. en Sacramento California."
"Virginia renunció a casarse en el Templo por mí y yo sabía que la única forma que yo podría ser feliz era mantener a “Virgie” feliz. También sabía que ella sería infeliz si su vida eclesiástica fuera restringida." Voluntariamente le dije que nunca la retendría a ella de su trabajo y actividad en la Iglesia; también le dije que si ella podía vivir con un 10% de recorte presupuestal debido al diezmo, yo también podría, pero no sabía como podría hacerlo."
"Ella renunció a su trabajo de operadora telefónica el 25 de septiembre de 1929 y nos casamos el día que nos pagaron el 26 de septiembre de 1929. Nosotros, o mejor dicho ella, pagó nuestros diezmos de los dos y lo hemos hecho desde entonces.”
”A principios de julio de 1930, o talvez al final de junio de 1930, me levanté oscura la mañana y parecía que en voz alta me habían dicho, 'Phil, tu sabes que el Evangelio es verdadero. ¿Por qué no te has bautizado?' Me bajé de la cama y traté en vano de encontrar a la persona que me había hablado. Virginia estaba dormida profundamente así que me volví a acostar y estaba 2/3 dormido y 1/3 despierto cuando escuché las mismas palabras otra vez. Me levanté y cuando Virginia se despertó le dije que me bautizaría pero no le dije lo que había pasado."
"De cualquier modo, el 5 de julio de 1930 fui bautizado y confirmado miembro de la Iglesia SUD y pronto se me confirió el Sacerdocio Aarónico y fui ordenado al oficio de Presbítero en el Sacerdocio Aarónico en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.”
”Había olvidado mencionar que en septiembre de 1932, Phil y Virginia fueron al Templo de la Ciudad de Lago Salado y fueron sellados en matrimonio eterno en el Templo de Lago Salado. Nuestro hijo de siete meses, Neil, se selló a nosotros.”
“Yo fui bautizado el 5 de julio de 1930, y debido a la depresión económica la compañía ferroviaria me trasladó en 1933. Durante la mayor parte de los dos años estuve fuera de las actividades de la Iglesia en Dunsmuir California."
"Con la invención de la cerveza de litro y medio, me tomaba una botella grande de vez en cuando con mi amigo que tenía desde la infancia y en el ferrocarril, Malbrook C. En 1934 cuando llegamos a Roseville a trabajar allí, ese amigo me escribió para decirme que vendría a visitarnos. Salí y compré una gran botella de vino para él. Esto iba a ser una reunión social."
"Sin embargo, algo sucedió que cambió mi vida y la nuestra.""Estaba trabajando de la media noche hasta las 8:00 a.m. con los días de descanso en medio de la semana. Yo asistía a la Escuela Dominical pero Virgie siempre me tenía que persuadir para ir en lugar de quedarme en cama."
"Ese domingo por la mañana, después de renunciar al trabajo, le dije a Virginia: 'vamos a la Escuela Dominical', pero ella se iba a quedar en casa porque Larry estaba enfermo. La sorprendí a ella y a mí mismo al preguntarle si podía llevar a Neil a la Escuela Dominical."
"Esto sucedió casualmente cuando la nueva Presidencia SUD de la Estaca de Sacramento escogió ir a la Rama de Roseville y organizarla como Barrio con Lorenzo R. como Obispo."
"No recuerdo lo que dijeron los discursantes, pero sé que la Palabra de Sabiduría (la revelación de la Iglesia SUD en cuanto al uso de alcohol, té, y café que no son aprobados por el Señor Jesucristo) no fue mencionada."
"Me impresionó el Espíritu y la sinceridad de los que hablaron. Me fui a casa y le pregunté a Virginia dónde estaba mi botella de vino y ella me dijo. Yo creo que la asusté porque pensó que me la iba a tomar."
"En lugar de eso, la vacié en la pila de la cocina, diciéndole 'que si esos hombres podían guardar los mandamientos, yo también podía.' Desde ese día hasta ahora no he tomado, probado, o extrañado el alcohol y desde entonces tengo un deseo de asistir a todas las reuniones de la Iglesia y de guardar los mandamientos."
"Sin embargo, aún estaba trabajando los domingos porque mi antigüedad en la ferroviaria no me dejaba descansar los domingos. Desde esa reunión hasta hoy pude y puedo decir, “yo sé que el Evangelio es verdad”, antes que eso, era una creencia fuerte.”
”Con todo mi corazón yo sé que el Evangelio restaurado está aquí con la autoridad de Dios delegada a los hombres para que actúen en Su nombre – el Sacerdocio.”
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Ahora aquí está el hijo mayor de Phil Birch, Neil, de nuevo otra vez para ayudarle a aprender algunas cosas que le ayudarán a entender mejor la verdadera religión del Señor.
Mientras yo estaba en Finlandia sirviendo mi primera misión allí, mi padre fue llamado por el Señor (a través de una autoridad propiamente llamada y apartada) para servir como obispo para el Barrio Roseville. Él había sido consejero en el obispado por casi todo el tiempo desde que se mudó de regreso a Roseville de Dunsmuir California (que está cerca de la montaña Shasta en el norte de California.)
Era una experiencia nueva e interesante el ser el hijo de nuestro obispo SUD. Disfrutaba verlo realizar su labor como obispo. Les quiero contar una circunstancia en especial con la cual aprendí algo importante acerca de cómo el Señor guía a sus humildes siervos aquí en la tierra.
Fue en una noche un fin de semana cuando estaba en casa después de trabajar. Mi padre, quien acababa de llegar de su trabajo, recibió una llamada de uno de los líderes de los jóvenes en nuestro barrio quien le dijo, al obispo del barrio, que algunos de los jóvenes de nuestro barrio se estaban quejando fuertemente en cuanto a la forma en que eran tratados por sus líderes de juventud. Esto era durante nuestras reuniones semanales de Mutual, lo cual es una reunión que se estaba llevando a cabo allí mismo en nuestro centro de reuniones localizado a medio kilómetro de nuestra casa.
Un poco después de la llamada inicial él recibió una segunda llamada del mismo líder de juventud quien le dijo que las cosas se habían calmado y que la ayuda de papá ya no se necesitaba.
Yo escuché lo que mi padre decía por el teléfono. Entonces colgó el teléfono y me dijo que se le había dicho que las cosas ya estaban bien. Entonces repentinamente se volvió hacia mí y me dijo, “¡tengo que ir al centro de reuniones ahorita mismo!”
Resultó que justo cuando dio la vuelta a la esquina para ir al centro de reunions, (él caminaba rápido) vio a algunos de los jóvenes del barrio alejándose del centro de reuniones y caminando en su dirección; iban a casa de uno de ellos quien vivía cerca, y llevaban una mirada muy determinante.
Mi padre, el obispo del barrio quien está capacitado para usar el poder de profecía y revelación que he mencionado en entradas recientes, llegó justo en el momento correcto. Él pudo convencerlos de hacerse a la orilla de la calle y que le contaran lo que les estaba preocupando.
No les tomó mucho tiempo contarle todas las cosas, y con el amoroso e inspirado consejo de su obispo del barrio, fueron persuadidos a regresar al centro de reuniones y hablar con los líderes de juventud.
¿Cómo puede realizarse la obra del Señor en Su Iglesia si no existe el Don del Espíritu Santo (el cual poseían tanto los jóvenes como sus líderes) para guiar a las personas a través de serios problemas potenciales?
Sin la ayuda del Espíritu Santo, el cual se confiere a todos los miembros de la Iglesia SUD cuando son bautizados (a los ocho años para los niños), ¿cómo podría el Señor guiar Su Iglesia aquí en la tierra? Al releer la historia familiar de mi padre, su testimonio acerca del Sacerdocio de Dios y la importancia que tiene para él, no puedo dejar de darme cuenta de que hay más de 13 millones de miembros que rápidamente están creciendo para ser 14 millones de miembros de esta Iglesia hoy en día, y que a través del don de profecía y revelación (que es el testimonio de Jesús) y el Don del Espíritu Santo el cual se relaciona mucho, el Señor guía Su Iglesia de forma diaria y aun de momento a momento.
Pintura por Grant Romney Clawson
En mi entrada número 23 aprendimos acerca de la impresionante profecía hecha al Rey Nabucodonosor, en cuanto a su sueño, acerca de la piedra cortada de la montaña no con mano, que rodaba de la montaña y crecía en tamaño hasta que golpeó contra la imagen que representaba los reinos e imperios del mundo, y luego continuó rodando hasta que llenó la tierra completa.
En esa misma entrada vimos que el Señor Jesucristo, con la ayuda de un ángel, preparó el camino para que surgiera La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a través de Su joven profeta, José Smith.
En la entrada número 27 hablamos acerca del antiguo profeta José, que fue vendido en Egipto, y de cómo él sabía de la parte clave que José Smith hijo jugaría en la restauración del Evangelio de Jesucristo para sus descendientes y para el resto de la Casa de Israel.
¿Por qué habría de revelarle el Señor a José vendido en Egipto estas cosas? Porque tenía que ver con el bienestar espiritual de su propia posteridad, ¡su familia! ¡La familia es un valor eterno! Debido a la expiación y la resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nosotros y nuestras familias podemos continuar viviendo juntos después de la muerte para siempre a través de las bendiciones que vienen por las ordenanzas que se hacen en los Templos sagrados de Dios. Más adelante escribiré una entrada acerca de las bendiciones que vienen a las familias a través de las ordenanzas del Templo.
Habiendo sido un miembro activo de esta Iglesia toda mi vida, a menudo he visto evidencias claras de que Dios guía a Su Iglesia, aun en los detalles más pequeños, como se demostró en el relato anterior acerca del obispo del Barrio Roseville, Phil Birch, quien fue guiado para ayudar a algunos jóvenes de su Barrio a que no cometieran errores mayúsculos que talvéz los hubieran llevado a dejar la protección y preparación para toda su vida y la eternidad que la Iglesia del Señor les provee.
Ah, y tengo otro recuerdo de lo que mi padre me dijo acerca de algo que a menudo hacía cuando sirvió como obispo. Me dijo que cuando no se sentía capaz, lo cual sucedía a menudo, cuando tenía que dar consejo a los miembros del Barrio que tenían problemas personales o familiares, incluyendo problemas matrimoniales (nunca fue a la universidad y ni siquiera se graduó de la secundaria), él recordaba en su mente varios profetas del Libro de Mormón, como Nefi, Alma hijo, y talvéz Mormón y Moroni, y se imaginaba que ellos estaban con él como sus amigos y colegas. Él me dijo que realmente podía sentir su apoyo. Eso le ayudó a poder dar consejo por el poder del Espíritu Santo.
Esa es buena evidencia de que El Libro de Mormón fue una importante fuente de fortaleza para mi padre, Philip John Birch. De verdad le amo a él y a mi querida madre, Virginia Jensen Birch, quien fue la primera que le presentó a su futuro esposo El Libro de Mormón, otro testamento de Jesucristo.
Ah, y una cosa más acerca de mi padre mientras daba consejos como obispo. Él fue relevado cuatro años después de servir como obispo del Barrio Roseville debido a que el sistema ferroviario S.P. lo transfirió a la estación de Sacramento. Esa transferencia hizo a mis padres decidir vender su casa en Roseville donde habían criado a sus primeros dos varones. El tercer hijo, Bruce se mudó con ellos al norte de Sacramento.
Hubo algunos miembros del Barrio, incluyendo a varias parejas casadas que habían esperado a mi papá, como su obispo, a que les diera consejo con respecto a sus dificultades matrimoniales y otras dificultades serias. Los miembros del Barrio llegaron a reconocer al obispo Birch como un consejero eficaz. El obispo que reemplazó a mi padre fue un hombre maravilloso. Lo llegué a conocer después. Si yo no mal recuerdo, los miembros llegaron a confiar en su nuevo obispo también.
Sin embargo, debido a las peticiones fuertes de varios de los miembros del Barrio que habían esperado el consejo del obispo Phil Birch, los líderes de la Estaca le pidieron a mi padre que continuara aconsejando a esos miembros específicos del Barrio que había estado aconsejando y a otros que habían estado esperando que él los aconsejara.
En esta capacidad fue necesario que papá trabajara muy cerca del nuevo obispo quien recientemente se había mudado al Barrio. Él y papá llegaron a ser amígos íntimos.
Después de encargarse de esa lista de miembros del Barrio, papá ya no necesitó ayudar al nuevo obispo aconsejando a los miembros del Barrio. Las personas que papá había aconsejado incluso habían viajado como sesenta kilómetros en viaje redondo para recibir ese consejo, pero evidentemente ellos creían que valía la pena.
No fue idea de mi padre el continuar aconsejando miembros del Barrio después de su relevo. Fue una decisión de la presidencia de Estaca. En ese tiempo Roseville y el norte de Sacramento estaban aún en la Estaca de Sacramento.
Yo le doy crédito al Don especial del Espíritu con el cual los obispos SUD son bendecidos, el cual trajo ese éxito especial durante el interludio en su vida en que mi padre dio ese servicio a la Iglesia. Yo tengo que darle algo de crédito también a la costumbre que tenía mi padre de pedir ayuda mentalmente a los profetas específicos del Libro de Mormón, para sentir el apoyo que él necesitaba del Señor.
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Neil Birch
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