35j El Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo.

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El Tema de hoy



El Rey Benjamin testifica de la venida de Jesucristo, desde el muro del Templo (Casa del Señor), en la antigua América Central )124 a.C.). - Pintura: Gary Kapp

Jesús sana a los Nefitas enfermos- Pintura: Gary Kapp

Mosíah 3: 1 Y OTRA vez quisiera llamaros la atención, hermanos míos, porque tengo algo más que declararos; pues he aquí, tengo cosas que deciros sobre lo que está por venir.

2 Y las cosas que os diré me han sido reveladas por un ángel de Dios. Y me dijo: Despierta; y desperté; y he aquí que él estaba ante mí.

3 Y me dijo: Despierta y oye las palabras que te voy a decir; pues he aquí, vengo a declararte alegres nuevas de gran gozo.

4 Porque el Señor ha oído tus oraciones, y ha juzgado en cuanto a tu rectitud y me ha enviado para declarártelas, a fin de que te regocijes; y para que las declares a los de tu pueblo, a fin de que ellos también se llenen de gozo.

5 Porque he aquí que viene el tiempo, y no está muy distante, en que con poder, el Señor Omnipotente que reina, que era y que es de eternidad en eternidad, descenderá del cielo entre los hijos de los hombres; y morará en un tabernáculo de barro, e irá entre los hombres efectuando grandes milagros, tales como sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, hacer que los cojos anden, y que los ciegos reciban su vista, y que los sordos oigan, y curar toda clase de enfermedades. (Enfasis agregado).

El Nacimiento de Jesús- Pintura: Carl Heinrich Bloch

6 Y echará fuera los demonios, o los malos espíritus que moran en el corazón de los hijos de los hombres.

7 Y he aquí, sufrirá tentaciones, y dolor en el cuerpo, hambre, sed y fatiga, aún más de lo que el hombre puede sufrir sin morir; pues he aquí, la sangre le brotará de cada poro, tan grande será su angustia por la iniquidad y abominaciones de su pueblo.

Jesús ora y sufre en Getsemani - Pintura: Harry Anderson

8 Y se llamará Jesucristo, el Hijo de Dios, el Padre del cielo y de la tierra, el Creador de todas las cosas desde el principio; y su madre se llamará María.

9 Y he aquí, él viene a los suyos, para que la salvación llegue a los hijos de los hombres, mediante la fe en su nombre; y aun después de todo esto, lo considerarán como hombre, y dirán que está endemoniado, y lo azotarán, y lo crucificarán.

10 Y al tercer día resucitará de entre los muertos; y he aquí, se presenta para juzgar al mundo; y he aquí, todas estas cosas se hacen para que descienda un justo juicio sobre los hijos de los hombres.

11 Pues he aquí, y también su sangre expía los pecados de aquellos que han caído por la transgresión de Adán, que han muerto sin saber la voluntad de Dios concerniente a ellos, o que han pecado por ignorancia.

 Jesu Cristo Resusitado - Pintura: Harry Anderson

12 ¡Mas ay, ay de aquel que sabe que se está rebelando contra Dios! Porque a ninguno de éstos viene la salvación, sino por medio del arrepentimiento y la fe en el Señor Jesucristo.

13 Y el Señor Dios ha enviado a sus santos profetas entre todos los hijos de los hombres, para declarar estas cosas a toda familia, nación y lengua, para que así, quienes creyesen que Cristo habría de venir, esos mismos recibiesen la remisión de sus pecados y se regocijasen con un gozo sumamente grande, aun como si él ya hubiese venido entre ellos.

Los Diez Mandamientos- Pintura: Jerry Harnston

14 Con todo, el Señor Dios vio que su pueblo era gente de dura cerviz, y les designó una ley, sí, la ley de Moisés.

15 Y les mostró muchas señales, y maravillas, y símbolos, y figuras, concernientes a su venida; y también les hablaron santos profetas referente a su venida; y sin embargo, endurecieron sus corazones, y no comprendieron que la ley de Moisés nada logra salvo que sea por la expiación de su sangre.

Moisés y La Serpiente de bronce- Pintura: Judith Mehr

16 Y aun si fuese posible que los niños pequeños pecasen, no podrían salvarse; mas te digo que son benditos; pues he aquí, así como en Adán, o por naturaleza, ellos caen, así también la sangre de Cristo expía sus pecados.

7 Y además, te digo que no se dará otro nombre, ni otra senda ni medio, por el cual la salvación llegue a los hijos de los hombres, sino en el nombre de Cristo, el Señor Omnipotente, y por medio de ese nombre.



Jesus el Cristo - Pintura: Del Parson



18 Pues he aquí, él juzga, y su juicio es justo; y el niño que muere en su infancia no perece; mas los hombres beben condenación para sus propias almas, a menos que se humillen y se vuelvan como niños pequeños, y crean que la salvación fue, y es, y ha de venir en la sangre expiatoria de Cristo, el Señor Omnipotente, y por medio de ella.

19 Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre él, tal como un niño se somete a su padre.

Cristo y los niños de todo el mundo - Pintura: Del Parson

20 Y además, te digo que vendrá el día en que el conocimiento de un Salvador se esparcirá por toda nación, tribu, lengua y pueblo.

Los misioneros: Elderes- lds.org



El Mundo - lds.org

Las misioneras: Hermanas - lds.org

...Se esparcirá por toda nación...

21 Y he aquí, cuando llegue ese día, nadie, salvo los niños pequeños, será hallado sin culpa ante Dios, sino por el arrepentimiento y la fe en el nombre del Señor Dios Omnipotente.



Jesús bendice a los niños nefitas



El Tema de Hoy se basa en el discurso profético e inspirado, dado por el Rey Benjamín a los de su pueblo, cuando los había reunido a todos ellos, para anunciar que su hijo, Mosíah iba a convertirse en su rey, después de que él muriese. Los pensamientos que el rey expresó, nos conciernen a cada uno de nosotros también. Por favor, piensen acerca de todo lo que el Rey Benjamín enseñó, como si se aplicase a ustedes. ¡Porque sí lo es!

Uno se podría preguntar, tal como fue relatado al final de la entrada anterior, porqué pudo Jesucristo resucitado, decirle al pueblo nefita, que ellos iban a demostrar mucha más fe que el pueblo judío, entre quienes Él enseñó y sirvió durante su vida mortal.

Someto a vuestra consideración, estimados lectores, que el testimonio de Jesucristo, tal como fue ofrecido por el rey nefita, Benjamín, mucho antes del nacimiento de Cristo, en Belén, al sur de Jerusalén, así como sus visitas a los nefitas luego de su resurrección, es una evidencia de que la tradición de los profetas justos, en este caso un profeta rey, ayudó a preparar a generaciones de varones y mujeres, que estaban muy preparados para la visita de Cristo, ¡cuando el tiempo de su venida llegase!. Ese es un ejemplo, de porqué el Señor pudo decirle a los nefitas que Él visitó después de Su resurrección las siguientes palabras:

III Nefi 19: 35... Jamás he visto fe tan grande entre todos los judíos; por tanto, no pude mostrarles tan grandes milagros, por motivo de su incredulidad.

Concerniente a las palabras de Benjamín, en el TEMA DE HOY, ellas fueron las palabras reales que él les dijo a los de su pueblo. Hizo que registraran palabra por palabra, ¡a mano! ¡Ninguna mano antigua o moderna las ha escrito!

Hay profesionales en nuestros días, que han desarrollado la capacidad de determinar si dos registros de escritos diferentes, fueron realizados por dos personas diferentes o por una sola de ellas. Eso requiere un entrenamiento especial para hacerlo con exactitud. Hay especialistas en el instituto de Estudios Religiosos, Neal A. Maxwell, de la Universidad de Brigham Young (Provo, Utah - E.U.A.), que han escrito sobre dicha especialidad, y saben de aquellos que realmente la han desarrollado.

Tales expertos han demostrado con precisión, que existen diferencias en la manera o en el estilo de hablar, por ejemplo, de los diversos profetas, cuyas declaraciones o testimonios están registrados en todo el Libro de Mormón.

Mientras leía recientemente acerca de los proyectos sobre los "Documentos de José Smith" (de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días), uno de los expertos que está asignado a dicho proyecto, informó que la voz que el Profeta José Smith utiliza cuando relata cosas en su historia, escritas por el mismo o dictadas a un escriba, definitivamente no es la voz que los expertos "escuchan", mientras leen las revelaciones del Señor Jesucristo, que son dichas mediante la instrumentalidad del Profeta José Smith.

En el caso de las Planchas Menores de Nefi (I Nefi, a través de Omni), que son particularmente verdaderas, porque en cada uno de los registros en esas planchas, Mormón, y no otro, fue encomendado para incluir en ellas los hechos relatados y otros asuntos de importancia. Cada uno de los profetas, escribió sus mensajes en esas planchas, que fueron traducidos, mediante el poder de Dios, por el Profeta José Smith. 

He leído un informe de años atrás de un experto en Voz Escrita, que mientras leía el contenido de los libros de siete escritores diferentes: ENÓS, JAROM, OMNI, AMARÓN, QUEMIS, ABINADOM, y AMALEKÍ, (cada uno de ellos escribió en esos libros), detectó siete "voces" únicas.

Deseo que cada uno de ustedes sepa, que los reclamos hechos por gente mal orientada, (que en la mayoría de los casos, nunca realmente ha leído el Libro de Mormón), de que José Smith "redactó" eso que está registrado en el Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo, sin duda, ¡están equivocados!

Asimismo, deseo que cada uno de ustedes sepa personalmente, que mediante el Espíritu del Señor sé, que el Libro de Mormón contiene las palabras de profetas que fueron inspirados por el Señor Jesucristo. Espero que cada uno de ustedes, estimados lectores, obtenga ese mismo testimonio.

Para ayudarles a vivir esta experiencia, les invito a leer y meditar los siguientes versículos del Libro de Moroni:

Moroni 10: 3 He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas, si Dios juzga prudente que las leáis, recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros corazones.

4 Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;

5 y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas.

La Crucifixión - Pintura: Harry Anderson

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¿"Realmente Ha Leído El Libro de Mormón?" Declaración Legal. Gracias por su visita. El autor se reserva los Derechos de Propiedad Intelectual y de Licencia Creativa. La autorización para utilizar o reproducir debe ser hecha por escrito. (C) Est.2OO8. Declaración Legal. Neil Birch.

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Aprecio profundamente su lectura y espero deseoso que usted pueda encontrar beneficioso esto que se le presente en este blog.

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Neil Birch

Traducido por los hermanos Hernán y Maria Iturgay.