33n – El ministerio del Cristo resucitado en la antigua América

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El tema de hoy

Conste a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos, a quienes llegare esta obra, que nosotros, por la gracia de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo, hemos visto las planchas que contienen esta relación, la cual es una historia del pueblo de Nefi, y también de los lamanitas, sus hermanos, y también del pueblo de Jared, que vino de la torre de que se ha hablado. Y también sabemos que han sido traducidas por el don y el poder de Dios, porque así su voz nos lo declaró; por tanto, sabemos con certeza que la obra es verdadera. También testificamos haber visto los grabados sobre las planchas; y se nos han mostrado por el poder de Dios y no por el de ningún hombre. Y declaramos con palabras solemnes que un ángel de Dios bajó del cielo, y que trajo las planchas y las puso ante nuestros ojos, de manera que las vimos y las contemplamos, así como los grabados que contenían; y sabemos que es por la gracia de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo, que vimos y testificamos que estas cosas son verdaderas. Y es maravilloso a nuestra vista. Sin embargo, la voz del Señor nos mandó que testificásemos de ello; por tanto, para ser obedientes a los mandatos de Dios, testificamos estas cosas. Y sabemos que si somos fieles en Cristo, nuestros vestidos quedarán limpios de la sangre de todos los hombres, y nos hallaremos sin mancha ante el tribunal de Cristo, y moraremos eternamente con Él en los cielos. Y sea la honra al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, que son un Dios. Amén

OLIVER COWDERY, DAVID WHITMER, MARTIN HARRIS

El tema de hoy se encuentra en la INTRODUCCION al Libro de Mormón y lleva por título: EL TESTIMONIO DE LOS TRES TESTIGOS.

Pintura: Kenneth Riley

En esta pintura el ángel Moroni le acaba de entregar las planchas de oro a José Smith, en las cuales se registró el Libro de Mormón.

William E. McLellin fue un miembro del primer Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Él se unió a la Iglesia en 1831 y fue excomulgado en 1838. Su cuaderno fue encontrado recientemente por Brent F. Ashworth quien desea publicarlo.

Lo siguiente viene de este cuaderno que estuvo perdido por tanto tiempo. En una sección intitulada “El testimonio de los hombres”, él dice que los tres testigos del Libro de Mormón quienes afirmaron ver un ángel, “o dijeron la verdad o mintieron deliberadamente. ¿Cómo podemos saber la verdad? ¿Cómo saber?

Entonces McLellin recuenta la historia de cuando conoció a dos de los testigos, Oliver Cowdery y David Whitmer, en Julio de 1833 en Misuri. McLellin y los dos estaban en peligro de muerte debido al populacho anti mormón.

McLellin escribió: “Les dije, -hermanos, yo nunca he tenido una visión en mi vida, pero ustedes dicen haberla tenido, y que lo saben a ciencia cierta. Ahora, ustedes saben que sus vidas corren peligro a cada hora, si el populacho nos atrapa. Díganme, con temor a Dios, ¿es verdadero el Libro de Mormón? Cowdery me miró solemnemente y me dijo: hermano William, Dios envío a su santo ángel para declararnos la verdad de la traducción a nosotros, y por eso sabemos. Y aunque el populacho nos mate aún así debemos morir declarando la verdad. David dijo: -Oliver le ha dicho la verdad, pues no pudimos haber sido engañados. ¡Verdaderamente le declaro que es verdad!

Les dije: “hijos, les creo. No veo objeto alguno para que me estuvieran mintiendo ahora, cuando nuestras vidas están en peligro”.

Una vez más, como le pedí antes, le sugiero que después de que haya ido al enlace de las escrituras en su pantalla, pueda ir a la parte que dice “escuchar” y pueda escuchar a la vez que lee. Esto le ayudará a tener una experiencia mejor.

III Nefi 22: 1-17 (Ver Isaías 54: 1-17)

Nuestro Salvador Jesucristo en su hermosa y tierna expresión de amor por el grupo de nefitas y sus descendientes que vivirían en nuestros días (Yo y quizás otros lectores, somos los gentiles a quienes se está dirigiendo), y usando las palabras de su santo profeta Isaías, a quien Él hace referencia frecuentemente, nuestro Salvador les asegura en este capítulo Su amor por ellos y sus descendientes en nuestros días. Un ejemplo especial de esto está en el versículo 17.

III Nefi 22:17 Ninguna arma forjada en contra de ti prosperará; y toda lengua que se levantare contra ti en juicio, tú condenarás. Esta es la herencia de los siervos del Señor, y su rectitud viene de mí, dice el Señor. (A través de las planchas de bronce que los hijos de Lehi obtuvieron en Jerusalén y que llevaron consigo a la tierra prometida, ellos tenían acceso a los escritos de Isaías quien vivió antes de Lehi) aclaración agregada.

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Aprecio profundamente su lectura y espero deseoso que usted pueda encontrar beneficioso esto que se le presenta en este blog.

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Neil Birch

Traducido por Fabiola Sikes