Voy a citar un pasaje de las Escrituras que he utilizado antes en otros blogs para describir lo que es la "descripción del trabajo" sagrado de nuestro Salvador.
Moisés 1:39 Porque, he aquí, ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre.
Cuando nuestro Salvador, se compromete a salvar aquellos que son de su redil de ovejas, es seguro de que Él establece un plan que supondrá que los salve en caso de que sus seguidores siguen viviendo digno de ser salvados. Las Escrituras hacen hincapié en el libre albredío de la humanidad.
Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Los de sus ovejas que estaban en Palestina, elijieron seguirle a Él fielmente y fueron testigos de Su expiación y resurrección. El Señor fue éxitoso en la enseñanza y la preparación de ellos, y luego dejó la obra en sus manos de predicar el evangelio a las otras personas de la Casa de Israel y, posteriormente, a los gentiles también. El Salvador pasó a la del Hemisferio Occidental para recoger a sus "otras ovejas" sobre lo que Él les había dicho (Juan 10:16).
Sin embargo, Sus apóstoles y otros seguidores en Palestina no le comprendieron. Nosotros le entendemos a Él, porque en el Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo, Él dijo a los Nefitas a los que Él visitó, lo siguiente:
III Nephi 15:21 Y de cierto os digo que vosotros sois aquellos de quienes dije: Tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo yo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño y un pastor.
22 Y no me comprendieron, porque pensaron que eran los gentiles; porque no entendieron que, por medio de su predicación, los gentiles se convertirían.
23 Ni me entendieron que dije que oirán mi voz; ni me comprendieron que los gentiles en ningún tiempo habrían de oír mi voz; que no me manifestaría a ellos sino por el Espíritu Santo.
24 Mas he aquí, vosotros habéis oído mi voz, y también me habéis visto; y sois mis ovejas, y contados sois entre los que el Padre me ha dado.
Los Nefitas habían sido ayudado desde los días del Padre Lehi y su cuarto hijo Nefi, para prepararse para la venida de Jesucristo a visitar a sus descendientes en la tierra prometida situada en el Hemisferio Occidental, y lo más probable, en lo que ahora llamamos América Central . Esta preparación fue ayudado por todos los muchos profetas durante los 634 años desde el momento en que dejaron a Jerusalén hasta cuando el Salvador apareció a ellos poco después de su resurrección.
El profeta principal que trabajó muy duro para prepararles no mucho antes del nacimiento de nuestro Salvador también fue nombrado Nefi, al igual que su padre. Él era un descendiente directo de Nefi, hijo de Lehi.
III Nefi 7:19 Y en el nombre de Jesús echaba fuera demonios y espíritus inmundos; y aun levantó a un hermano suyo de los muertos, después que el pueblo lo hubo apedreado y matado.
Ahora, el panorama más amplio de lo que estaba sucediendo entre los Nefitas de lo qual nuestro Señor y Salvador tuvo pleno conocimiento de que mientras que los que se estaban preparando a través de las profecías y las enseñanzas de Nefi el fiel, habían muchos Nefitas que despreciaban las palabras del profeta Nefi. Usted puede recordar que se había frustrado en su parcela para la ejecución de todos los creyentes en las profecías de Samuel el profeta lamanita si los signos que había profetizado de mostrar la venida del Señor no venian antes de un día determinado.
Usted ha leído antes en estos puestos, que, después de este profeta Nefi oró durante todo el día, la voz del Señor le dijo que Él iba a nacer el día siguiente y que todos los señales serían mostrados como Samuel había profetizado. Cuando estos señales profetizados aparecieron, los planes de las ejecuciones fueron frustrados y se los que habían optado por no seguir a los profetas que fueron angustiados:
III Nefi 1:16 Y hubo muchos, que no habían creído las palabras de los profetas, que cayeron a tierra y se quedaron como si estuviesen muertos, pues sabían que se había frustrado el gran plan de destrucción que habían tramado contra aquellos que creían en las palabras de los profetas; porque la señal que se había indicado estaba ya presente.
Las Sagradas Escrituras, tanto del Viejo Mundo, la Biblia y el Libro de Mormón en el Nuevo Mundo están llenas de ejemplos de disastres naturales, como la gran inundación de los días de Noé que eliminaron toda vida humana a excepción de Noé y su familia. Dios, nuestro Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo, permitieron que esto pase porque casi todas las almas que vivieron en esa epoca habian rechazado Su forma de vida y en su lugar habian respaldado plenamente los planes de Satanás para sus vidas.
La vida mortal es algo que Satanás y sus seguidores no tendrían ya que habían rechazado el plan de su (nuestro) Padre Celestial que había sido aprobado por y defendido por Jesucristo en el momento en que estábamos todos (incluyendo a Satanás y sus seguidores) en el mundo espiritual donde todos teniamos cuerpos espírituales porque esta tierra aún no se había formado todavia.
Noé y su familia vivieron con justicia por un tiempo y luego el modelo de apostasía que se ha repetido a menudo en la historia triste de este mundo, elevó su cabeza fea.
Bueno, nos encontramos con que modelo de apostasía en gran medida había tenido lugar en el Hemisferio Occidental. Los infieles que vivían de acuerdo con sus pasiones y deseos injustos sufrieron las consecuencias de sus decisiones. Me gustaría que lee y escuche el capítulo 8 del III Nefi del Libro de Mormón de nuevo para que pueda recordar con más claridad cuáles son los resultados de los estilos de vida que llevaron. No es un cuadro muy bonito: (Por favor, haga clic en el siguiente enlace. Cuando la escritura ha llegado en la pantalla, por favor, desplácese hacia arriba si es necesario y haga clic en la palabra, Escuchar.)
III Nefi 8: 1-25
Ahora, después de haber leído muchas veces en mi vida, leyendo y escuchando de nuevo me estremezco y estoy triste para los que murieron en la destrucción que habían, en efecto, traido sobre sí mismos como es el caso de los millones de vidas perdidas en la gran inundación de los días de Noé.
Ahora sería el mejor momento para que usted y yo a leemos y escuchemos al próximo capítulo en el que nos enteramos de que las personas que se quedaron después de que el cataclismo sísmico había cobrado la vida de tantos, escucharon la voz de Jesucristo que les hablaba. Es posible que haya escuchado y leído este capítulo en relación con un post anterior mío. Por favor, escuchalo de nuevo! Realmente después de la absorción de la siguiente escritura se entiende mucho mejor por qué los Nefitas a los que el Jesús resucitado apareció, eran tan enseñables y dispuestos a obedecerle. Vamos a seguir aprendiendo más acerca de las palabras del Salvador y de las acciones y las reacciones de la gente Nefita.
Seguramente el Salvador tenía un plan y, sin duda, resultaría en bendiciones eternas a este pueblo a quien Él estaba visitando y de su posteridad. Espera y verás! No se puede empezar a imaginar los resultados grandes que se provienen de Su visita con ellos!
Me doy cuenta que es posible que haya escuchado a estos dos capítulos en un post anterior. Sin embargo, yo quería que leyera de nuevo a ambos para comprender que los hechos descritos en ellos en realidad nos dice mucho sobre el plan divino que nuestro Salvador, Jesucristo tenía para este pueblo que se traduciría en más de doscientos años de vida digna y de salvación eterna para millones de Nefitas.______________________
Aprecio profundamente su lectura y espero deseoso que usted pueda encontrar beneficioso esto que se le presenta en este blog.
Si tiene alguna pregunta acerca de lo que usted ha leído o visto en este puesto o en cualquiera de los anteriores puestos de mios, o si también tienen una curiosidad por la Iglesia de Jesucristo de los santos de Los Ultimos Días, y / o sus enseñanzas, por favor envíe un e - mail a mi. Soy Neil y mi correo electrónico es: jneilmelva@gmail.com. Si se pone en contacto conmigo me pondre' en contacto con usted tan pronto como sea posible.
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Neil Birch
Traducido por Paul (Pablo) Leavitt
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